El doble estándar del gobierno de Milei: entre la denuncia del nazismo y los vínculos con una familia banquera del Tercer Reich

Por Santiago López Weis
El 18 de febrero de 2025, el presidente argentino Javier Milei recibió en la Casa Rosada a representantes del Centro Simon Wiesenthal, una organización internacional dedicada a la memoria del Holocausto y la lucha contra el antisemitismo. En la reunión, los delegados del centro entregaron a Milei una carta del Comité Judicial del Senado de los Estados Unidos, que también fue enviada al presidente Donald Trump, instando a la colaboración de Argentina en una investigación sobre los presuntos vínculos del banco Credit Suisse con operaciones financieras que beneficiaron al régimen nazi.
El presidente Milei se comprometió públicamente a abrir los archivos oficiales argentinos para esclarecer cualquier posible vínculo financiero entre el nazismo y el sistema bancario, declarando que su gobierno mantiene un «compromiso inclaudicable con la justicia y la memoria». Sin embargo, esta postura oficial contrasta profundamente con los lazos que su propia administración mantiene con figuras relacionadas con el legado financiero del nazismo, lo que pone en evidencia una contradicción difícil de ignorar.
La reunión entre Karina Milei y Finck, el heredero de la familia nazi Finck
A pesar del discurso oficial se ha reportado que Karina Milei, mantuvo reuniones en la Casa Rosada con representantes de la familia Finck y el trader Mauricio Novelli, una figura clave en los negocios financieros del gobierno y en la Crypto estafa de LIBRA. Karina recibió a Novelli, que fue acompañado por Beek Uolderrier, Iván Canales Vandewijngaerden (director ejecutivo de Degussa Global Custodia y de ICV Advisors) y August von Finck (nieto). Estuvieron reunidos durante una hora en la Casa Rosada a inicios de abril de 2024.
Para entender qué significa esta reunión y la contradicción que conlleva con el propio discurso oficial, es fundamental conocer la historia de la familia Finck y su relación con el nazismo. August von Finck, fundador del banco Merck Finck & Co., fue un miembro activo del Partido Nazi desde 1933 y uno de los grandes beneficiarios del proceso de «arización», la expropiación de bienes de familias judías en la Alemania Nazi. Uno de los casos más emblemáticos de este proceso fue la adquisición en 1938 del banco S. M. v. Rothschild en Viena, tras la anexión de Austria por parte del Tercer Reich. Merck Finck & Co. fue utilizado por Adolf Hitler y otros altos mandos nazis para la administración de fondos, consolidándose como un engranaje clave en la estructura financiera del régimen. A pesar de los crímenes del nazismo, la familia Finck conservó su fortuna tras la Segunda Guerra Mundial, y su influencia económica se ha mantenido hasta la actualidad.
El hijo del fundador del banco Finck, August von Finck Jr., heredó la riqueza de la familia y se convirtió en un financista de la ultraderecha alemana, apoyando a partidos políticos como Alternativa para Alemania (AfD), conocido por sus posturas xenófobas y revisionistas sobre el Holocausto y las políticas de la Alemania Nazi. Aunque von Finck Jr. falleció en 2021, su legado político y financiero sigue vigente a través de su hijo, que sigue el legado de sostener el mismo nombre y los intereses de sus antecesores.
El papel de Credit Suisse y el escándalo financiero
La investigación sobre Credit Suisse se enmarca en una serie de denuncias que han revelado que el banco suizo mantuvo cuentas de miembros del régimen nazi y gestionó fondos de origen oscuro. El Comité Judicial del Senado de EE.UU. ha solicitado cooperación a diversos gobiernos para acceder a archivos históricos que podrían arrojar luz sobre estas transacciones. Argentina, que durante la posguerra fue refugio de múltiples criminales nazis, podría desempeñar un papel clave en el esclarecimiento de estos vínculos financieros.
Sin embargo, la relación entre la familia Finck y el gobierno de Milei agrega un nivel adicional de opacidad al proceso. La falta de transparencia en las reuniones de Karina Milei con figuras financieras cercanas a la extrema derecha alemana no hace más que debilitar la credibilidad del gobierno argentino en su compromiso con la justicia histórica.
El gobierno de Milei enfrenta una disyuntiva evidente. No puede, por un lado, presentarse ante el mundo como un aliado de Israel y, por otro, estrechar lazos con herederos del sistema financiero nazi. La reunión de Karina Milei con figuras vinculadas a la familia Finck evidencia, una vez más, las contradicciones del gobierno entre lo que dice y lo que hace.