Cuatro Poemas Inéditos de Juana Roggero

Los fines de semana Narrativa Política se toma un descanso para ocuparse de la literatura y el arte. Para eso nos proponemos que la poesía, la pintura, la música y la prosa desplacen a las noticias, la política y su análisis. Un espacio para que la creatividad artística haga su tarea de darnos más y mejores instrumentos para pensar y comprender la realidad que vivimos día a día. Para comenzar esta aventura, este viaje, nuestra primera invitada es la poesía de Juana Roggero.
Daniel Gray
La poesía de Juana Roggero parece simple, despistada, cotidiana. Como de nena. Los versos se despegan y cada uno cuenta un fragmento de la figura, de la historia, como si se tratara de una pintura cubista. Luego de una primera lectura que pasa rápido, las palabras reclaman que se las lea con cuidado, lentamente. Y así la cadencia musical nos permite reconocer lo que hay detrás de los cortes, los hiatos y la arquitectura frágil de su edificio poético. Los temas de Juana son pequeños y naturales como si se los encontrara mientras hace las tareas de la vida diaria: su madre, una vaquita de San Antonio, el miedo, su hija. Pero es una trampa, con cada palabra vamos avanzando hacia un mundo donde todo es desconocido y nuestras seguridades se desvanecen. El mundo de Juana es un misterio, donde la felicidad es incierta, la fragilidad es peligrosa, las certezas se diluyen y lo sólido se disuelve en el aire. Sin estridencias su poesía es revolucionaria porque corre las cosas de lugar, las cambia y las modifica, pero sin los esfuerzos tramposos del que se cree un mago de la palabra. Muy por el contrario, Juana es económica, cruelmente honesta, y unas pocas palabras le alcanzan para hacer su tarea: Llevarnos a un lugar donde la razón y las certezas son una moneda falsa porque la verdad está en que nunca sabemos lo que va a pasar con nuestra vida, con nuestros recuerdos, nuestras pasiones, nuestras alegrías y tristezas.
Para conocerla un poco más, hicimos un breve cuestionario que Juana tuvo la paciencia de responder.
1) Edad: 44
2) Libros publicados: Bipolaridad (pájarosló editora, 2008), Cromañón (La Propia Cartonera, 2010), Antro (La Parte Maldita, 2014) y Morir delante de papá y mamá (Viajero Insomne Editora, 2016).
3) Pertenencia a grupos poéticos: Junto con Grupo Enjambre, produjo el CD de poemas musicalizados acántaros y coordinó el ciclo de poesía ¡…Oh aquellos banquetes avestrúsicos…!. Coordinó JyPy, un ciclo mensual de performances, junto con la artista visual Pequi Zervino. Pertenece a la colectiva Poetas por el Aborto Legal, con quienes editó la antología Martes Verde.
4) Influencia, poetas predilectos: Hice talleres de poesía con Romina Freschi y con Osvaldo Bossi, donde recibí influencia e inspiración para escribir, para leer, para mi vida entera. Son mis grandes maestrxs. Poetas predilectxs, así random: Alejandra Pizarnik, Mónica Rosenblum, Sharon Olds, Susana Thenon, Wisława Szymborska, Idea Vilariño, Natalia Leiderman. Y mil millones más.
5) Hechos que afectaron tu poesía: El más obvio es Cromañón, y creo que casi toda mi escritura menciona la asfixia y el miedo a morir, de diferentes maneras (antes y después del incendio). También ser hija y ser madre. Mi educación religiosa. Mis crisis de pánico. Cada una de mis relaciones de pareja. Mi relación apegada con mi padre.
6) Por qué escribís poesía: Porque necesito huir de lo narrativo. Nunca entendí la introducción, el nudo y el desenlace como estructura para contar o para contarme. Vivo en el nudo. La poesía me da aire, me ayuda a respirar. La espacialidad de su forma, la desobediencia a las reglas de la gramática o la creación de sus propias reglas, su manera de transformar el caos en belleza. Todo eso me convoca de la poesía.
7) ¿Qué cosas te gustan?: Las sorpresas, jugar, dormir, ver series y películas, ir a la plaza, pensar, descubrir palabras nuevas, escuchar música, conocer personas que me asombran, aprender algo, irme de viaje, leerle a mi hija.
8) ¿Qué cosas te importan?: Le doy mucha importancia a mi mundo inconsciente, a todo lo que aparece en mis sueños, a cada palabra de mi hija, a cada palabra de mi madre, a no alejarme demasiado de mí misma, a la astrología, a la forma (escapista) de mi energía, a los símbolos.
9) ¿De dónde sos?: Nací en Buenos Aires, pero siempre creí que soy de otro lado.
10) Premios, becas, reconocimientos: Con Enjambre ganamos un subsidio del Fondo Metropolitano para editar un CD con nuestros poemas. Gané un concurso de cuentos (rarísimo).
Mamá tomaba sol en el balcón (2022)
y eso me daba calma
no sé por qué
recuerdo el olor de su protector
el traje de baño violeta
las pecas en su espalda
la reposera roja
una lona rústica que se cerraba con tiritas
su radio con casetera
que ponía del lado de adentro
al refugio de la sombra.
La miraba recibiendo energía
con su cuerpo disponible.
Ponía un reloj para darse vuelta
y broncearse pareja.
La veía gozando de su propio tiempo
contando los minutos al sol.
Mirá la vaquita de san Antonio (2022)
te digo, y siento el eco
la repetición de lo familiar
todo lo que no cuestiono y te transmito sin dudar
pidámosle algo
tres deseos
por adentro repito salud, salud, salud
y la vaquita sale volando
me mirás buscando una respuesta
una más.
¿Cuántas voces llevo cada vez que te hablo?
Miedo (2021)
A mí me aterra la velocidad.
Ese día te pedí que la bajaras
pero decidiste ponerme un límite
te habías cansado de ese pedido
que se repetía
ese día ibas a meter a fondo el acelerador
y punto.
Lo ameritaba la situación:
nuestra hija lloraba
estaba fuera de sí y pedía upa upa upa
desde su silla
y sus gritos nos enloquecían.
Así funciona la violencia, pensé
algo imaginario la valida
y ya está
no necesita explicación
para vos ni para nadie.
Te comparto (2021)
con un mundo horrible.
No sé lidiar con eso.
Escucho tiros en mi cabeza
por protegerte.
Es tu ritmo el que necesito aprender.
Saliste de mi piel para ser del cosmos
y ese duelo se bate
en cada microsegundo de mi cuerpo.
Desgarro y amarro
colores de candor animal
a tu lado
la belleza y todo eso
que es inatrapable
por excelencia.