10 de febrero de 2025

Un Milei agrandado acelera la fragmentación

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Concluye una semana, otra, en la que Milei se dio todos los gustos. La pregunta que se hace la política no es si habrá consecuencias sino cuánto tardarán en llegar. Veamos.

Por Enrique Arriaga

El fin de semana anterior, el grupo que encabeza Santiago Caputo, con su empleado todo servicio Agustín Romo (que, cuentan los diputados, necesita leer cada vez que toma la palabra en la cámara, algo muy mal visto en el mundo legislativo) y la patrulla de trolls a sueldo, lanzó su agrupación “Las fuerzas del cielo”.

Es claro que se trató de un adelanto de paritaria, en busca de lugares en las listas legislativas del año próximo. Lo que no es tan claro es que hayan medido correctamente las consecuencias de esos fragmentos de video, que se viralizaron más allá de la Argentina. Como política de captación de inversiones internacionales, convengamos, no parece la más acertada.

Con el episodio aún fresco en la memoria de la sociedad, Javier Milei se dio el gusto de tirar por la borda a su vicepresidenta, la defensora de genocidas Victoria Villarruel. La nula relación entre ambos ya era conocida, pero hacerlo explícito tan tempranamente es un evidente un error de cálculo. No sería extraño que lo haya motivado el mismo Santiago Caputo.

Con esta acción, Milei le da a Villarruel, que ya tiene relación con los sectores del círculo rojo que pierden con el modelo económico de dólar barato, el tiempo necesario para armar su propia oferta electoral, seguramente con todos los que integraron las primeras versiones de LLA y fueron desplazados por Karina Milei.  El escenario que viene es de fragmentación extrema y el oficialismo no escapa a ese espíritu de época.

Este encadenamiento viene a confirmar lo que dicen fuentes cercanas al gobierno acerca de la ciclotimia de los hermanos M. Cuando el panorama se oscurece, entran en pánico y ruegan ayuda, a los mismos sujetos a los que destrataron cuando consideraban que habían subido sus acciones.

A la vez, los Frankenstein a los que insuflaron vida con recursos de nación comienzan a caminar y a hacer desastres. Dos pizzeros intoxicados de redes sociales hostigaron a un contingente de investigadores del Conicet en Mendoza. Una golfista, que ya está identificada y deberá rendir cuentas ante la justicia penal, golpeó con su palo a una señora que tomaba mate en Pinamar. Por ahora, solamente por ahora, no hay que lamentar víctimas fatales, pero la violencia va in crescendo.

La respuesta política es todavía tibia, incipiente. En las primeras horas de la madrugada del viernes, la legislatura de la provincia de Neuquén aprobó por unanimidad una declaración de repudio a los dichos de Milei acerca de su deseo de “ponerle el último clavo al cajón del kirchnerismo con Cristina adentro”. Los dichos se habían producido un mes antes, pero esos son los tiempos legislativos. Hasta acá, se pronunció sólo una de veintitrés legislaturas provinciales. Pronto sabremos si comienza un dominó o queda ahí.

Otra respuesta vino de Brasil. Allí, el dueño de La Derecha Diario y otro de los jefes de trolls, Fernando Cerimedo, fue procesado por tres delitos contra la democracia, como parte de una conspiración del bolsonarismo para derrocar a Lula e impedirle que asumiera el gobierno.

La justicia del país vecino, por otro lado, redobla sus presiones para que se extradite de una vez a los bolsonaristas prófugos en Argentina, que participaron del asalto a los edificios públicos en Brasilia. ¿Correrá Cerimedo la misma suerte?

Por lo pronto, a Cerimedo nadie lo conoce en Mar del Plata, la ciudad donde nació y creció. Las fuentes consultadas se inclinan, más que a pensar en alguien con la capacidad de borrar sus huellas, en un sujeto anónimo, intrascendente, olvidable, como los que suelen encontrar su lugar en el mundo en esta clase de proyectos.

Cristina Kirchner, desde el Encuentro Nacional de Salud de Rosario, habló de la involución del sector en estos once meses y desafió a Milei a permitir la entrada de medicamentos genéricos de India, para frenar la alocada carrera de aumentos que desató el DNU 70/2023. La consecuencia de esa medida es dramática: los laboratorios perdieron ventas porque la gente ya no puede pagar los medicamentos, aunque en ello le vaya la vida, pero las empresas compensaron la caída de volumen con mayor tasa de rentabilidad, ahora que fijan sus propios precios (VLLC).

Si los remedios son un tema que atraviesa clases sociales, el aumento constante de las cuotas de las prepagas son una de la mayores fuentes de angustia de las clases medias y medias acomodadas, hoy en vías de extinción. Como ocurre con otros servicios de demanda inelástica (no se puede huir de Edenor o Edelap), nadie sabe el costo real de lo que paga ni, en consecuencia, lo que ganan las empresas. La ex presidenta recordó que con su gobierno las cuotas eran pagables, algo que hoy no ocurre.

Las estructuras de costos de las prepagas son un secreto mejor guardado que la fórmula de la Coca Cola. Este año, en el marco de los amparos contra los aumentos, una jueza de provincias instó a OSDE a mostrar sus libros contables. Fue apartada por la cámara.  Las prepagas, lo que cobran y lo que ganan, pueden ser una bandera del peronismo, si quiere reconciliarse con la clase media.

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