17 de marzo de 2025

La «batalla emocional»: primer análisis pre balotaje

Urna

“Los partidos hay que jugarlos”. “Los muertos se cuentan fríos”. “No hay que vender la liebre antes de cazarla”. La política, el fútbol, la vida, están llenas de frases que llaman a la prudencia. Sin embargo, se puede ser optimista sin abandonar la prudencia. La histórica remontada del peronismo en apenas dos meses invita a eso. Aquí, más allá de la evidente aritmética, un puñado de razones.

Mística y orden político en UxP

Tras más de tres años de telenovela entre el presidente y su vice, en los últimos meses el peronismo se ordenó políticamente. Todo el mundo supo dónde estaba la centralidad, la conducción. Una figura, el gobernador Axel Kicillof, sintetizó al peronismo kirchnerista. Otra, el ministro Sergio Massa, sintetizó al peronismo no K. 

Buena sintonía entre ambos, que tienen en común la misma edad y procedencia no peronista. Unidad de concepción, dinámica positiva, máximo esfuerzo y entrega sin especulaciones. Ambición de poder, en su mejor versión. El fenómeno es contagioso, como lo demuestran los resultados positivos en provincias que se habían perdido en agosto (diez, nada menos).

Implosión y reproches en JxC

JxC nunca fue una coalición política. Aparentó ser, como  mucho, una coalición electoral, pero era en realidad un emprendimiento más del grupo SOCMA. Jugó a ganar cuando arriesgaba el cuero el propio Mauricio Macri, una vez con éxito y otra son él. Hizo todo lo contrario cuando la candidatura estaba tercerizada.

La candidatura de Patricia Bullrich no fue pensada para coronar. Su objetivo, mucho más modesto, era impedir que Horacio Rodríguez Larreta llegara a la Rosada. Cumplido esto, empezaron a verse las limitaciones de la aspirante, hasta quedar totalmente expuesta en el debate. En simultáneo, Macri intensificó los coqueteos con Milei. 

La consecuencia de esta caída es que arrastró consigo a buena parte del dispositivo de poder que habían acumulado. Se perdieron muchas intendencias, diputados nacionales y provinciales. Los derrotados, los sacrificados por Macri, en su mayoría radicales pero no solamente, arden en deseos de venganza. ¿Se animarán esta vez? 

Desconcierto en LLA

Nunca entendieron por qué les fue tan bien en las PASO, es probable que tampoco entiendan qué ocurrió este domingo. Si la expectativa real del espacio era sacudir el sistema político y juntar unos cuántos diputados, pueden darse por satisfechos. 

A juzgar por sus declaraciones de la última semana -contra el vaticano, contra la paternidad, etc.-, el negocio estaba hecho y no querían ganar, pero es cada vez más difícil atribuirle lógica política a las palabras de esta gente. En la noche del escrutinio, como para confirmar la hipótesis, Milei asumió el discurso -perdedor- de Bullrich. De anticasta a anti K. Media casta se vio súbitamente dispensada. ¿Qué opinarán los repartidores de Rappi y los choferes de Uber de este súbito giro?

Es de esperar que Milei, errático, modifique más de una vez su línea discursiva cuando no obtenga los dividendos esperados. O, directamente, como señalan algunos, renuncie a competir. Y vuelva a ser el tipo que, a falta de relaciones humanas, comparte la vida con sus perros.

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