25 de diciembre de 2025

LA GUERRA CIVIL MUNDIAL

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Por Patricio A. Brodsky

Desde hace muchos años estamos sumergidos en una guerra civil mundial que se expresa con mayor o menor grado de violencia. Los pueblos se encuentran bajo la acción de la alianza hegemónica del poder político-económico que le ha declarado la guerra. En dos cartas escritas durante 1974-1975, dirigidas a Milton Friedman y Arnold Habegger, el economista marxista André Gunder Frank denunciaba a los economistas de la Escuela de Chicago que habían comenzado a imponer la teoría neoliberal en Chile luego del golpe de estado contra Salvador Allende en 1973. Para Gunder Frank el neoliberlismo no era una doctrina económica sino una guerra declarada del capital internacional contra el pueblo de Chile y para imponerlo se estaba perpetrando un genocidio.

Hoy vemos la radicalización de esta ofensiva contra los pueblos de la mano de un proceso de descomposición y putrefacción de un capitalismo cada vez más concentrado mientras crecen las cantidades de población mundial que caen en la pobreza y la indigencia.[1] No se trata sólo de un problema de distribución de la riqueza sino de la estructura propia de la sociedad de clases en general y del capitalismo en particular. Las sociedades de clase son sociedades donde un reducido grupo ha concentrado los medios de coerción (tanto violenta como no violenta) y .la capacidad de construir consenso a partir del monopolio de los medios de producción y reproducción ideológico. Los medios de los que disponen las clases dominantes, en particular sus fracciones hegemónicas, están volcados al servicio de la reproducción a escala ampliada del saqueo capitalista en una virtual “guerra civil entre clases” donde vemos a estas clases dominantes en una violenta ofensiva casi sin respuesta por parte de los sectores populares. Podemos hilvanar varios acontecimientos. que están sucediendo desde principios de este año, como indicadores visibles de este ataque de los sectores dominantes:

1) Argentina: Las agresivas políticas del gobierno de Milei provocan la transferencia de recursos desde los sectores populares, por diferentes vías: inflación, endeudamiento, recortes en gastos públicos, etc.) hacia las fracciones más concentradas de la economía. No es verdad el “verso” de la motosierra como mecanismo de “recorte austero” del gasto público, por el contrario, hay un incremento exponencial del gasto público vía endeudamiento al servicio de la acumulación capitalista de capital parasitario con el financiamiento de la fuga de capitales.

La reciente proscripción de la ex-presidenta Cristina Fernández de Kirchner es una evidente expresión de esta ofensiva de la gran burguesía contra el campo popular.

2) Estados Unidos: La guerra declarada contra los inmigrantes es otro de los indicadores de esta etapa de violencia desenfrenada. Sobre todo, la dualidad de perseguir, encarcelar y deportar a la fracción de inmigrantes más pobres, los provenientes de América Latina, como “indeseables” mientras se acoge a los racistas blancos sudafricanos mostrando así, la perpetuación de la maniqueísta mentalidad colonial. La “blanquitud” es occidental y buena; las “negritudes” son el peligro y la amenaza.

3) Europa: Represión a las poblaciones propias, políticas racistas contra los inmigrantes, islamofobia, crecimiento del neofascismo, recortes en gastos públicos en bienestar social, compromiso y apoyo material y político a regímenes fascistas que están masacrando pueblos, Ucrania e Israel, y derivación de esos fondos hacia la industria armamentista y préstamos destinados a sostener los frentes de “guerra caliente” que son expresión del belicismo del orden hegemónico mundial.

4) Israel: La ofensiva que el estado sionista está llevando adelante contra Palestina desde hace casi un siglo es el emergente más visible de la guerra que occidente despliega en Oriente Medio. La indefendible “ofensiva” que Israel lleva adelante bajo la excusa de su “derecho a defenderse” perpetrando un genocidio es la expresión más cabal de lo putrefacto del pensamiento colonialista que convierte a las potencias occidentales en una banda de matones que, cuando no están ellos mismos perpetrando genocidios en nombre del progreso y la civilización, están avalando los genocidios que perpetran sus socios en la opresión a escala internacional.

Israel tiene una industria armamentista que ocupa el 14° lugar en el mercado mundial de proveedores de armas, mientras ocupa el 4° lugar en el mercado de compradores de armas[2] pero si ordenamos a los países por tamaño Israel ocupa el número 109. Su rol es fundamental en la venta de armamentos a regímenes genocidas como las dictaduras en Argentina, Nicaragua, El Salvador, Honduras y el régimen racista de Apartheid en Sudáfrica, entre otros. Hoy en día, asesora y entrena a fuerzas represivas (nuestro país ha firmado varios convenios y ha mandado a entrenar policías y gendarmes a Israel y ha recibido “especialistas” acá) y además ha desarrollado y exporta herramientas tecnológicas de espionaje (como el sistema Pegasus), drones de seguimiento, etc.

El belicismo expansionista y la amenaza a la paz y la seguridad permanente en la región se demuestra en ataques en los últimos 24 meses sobre: Palestina (Gaza y Cisjordania), El Líbano, Siria, Irán, Yemen y recientemente en Irán. Luego, frente la respuesta a su locura belicista, invocan su “derecho a defenderse” mientras los medios occidentales aplauden como focas ocultando esta intolerable violencia colonialista e imperialista.

En síntesis: los indicadores de esta virtual “guerra mundial” son:

– Desde el punto de vista ideológico se compone de los medios de [in]comunicación occidentales y “la batalla cultural que aplican técnicas de manipulación, desinformación y construcción de posverdad que crean consenso para la expansión de sus políticas. Por ejemplo: la insistencia acerca del “derecho a defenderse” de Israel frente a la “agresión” de Hamas del 7 de octubre de 2023 mediante un relato que reproduce la mirada colonialista; o la repetición de argumentos de las fuerzas represivas respecto a protocolos, que claramente son inconstitucionales, que supuestamente garantizan la “libertad de circulación”, pero que son utilizados para reprimir la protesta social, o sea aprovechando su posición dominante[3] utilizan los medios que disponen para difundir sus ideas y que estas se vuelvan “Sentido Común”[4]

– Desde el punto de vista simbólico la criminalización de quienes se oponen al orden hegemónico dominante y la construcción de una demonización, a veces acompañada del acoso mediático-judicial, el Lawfare, se realiza creando identidades para los opositores al colonialismo, al imperialismo, al capitalismo. Son “terroristas” quienes se oponen a la ocupación colonial o a las políticas imperialistas, la adjetivación de “dictadura” es para los gobiernos que se oponen a la dominación imperialista, acompañada muchas veces de agresiones directas como bloqueos, que se ocultan en la información Cuba, Nicaragua, Venezuela, China, Corea del Norte, son ejemplos de estos bloqueos ocultos. La protesta social se “criminaliza” con diversas estrategias, a los jubilados que protestan se los acusa de “militantes” y “barras bravas”, a los trabajadores de la salud precarizados se los acusa de “noquis”. Mediante Fake News y parte del poder judicial corrupto y partidizado, se implementan acciones de Lawfare contra dirigentes políticos del campo popular para “ejemplificar” con sanciones y que nadie más se atreva a tomar medidas que afecte la distribución regresiva de ingresos. Sufrieron estas acciones dirigentes como Milagro Sala, Amado Boudou, Julio de Vido y Cristina Fernandez de Kirchner.

– Desde el punto de vista material la clase capitalista realiza medidas concretas para efectivizar una transferencia de riqueza regresiva desde los sectores populares a los sectores concentrados. Estas medidas cambien las funciones de los estados, que dejan de sostener a los sectores más desprotegidos de la población porque se producen desinversiones en salud, educación y la seguridad social. A la vez que disminuyen los impuestos a la riqueza, aumenta la toma de deuda externa para financiar la fuga de capitales y Ese crean blanqueos de dinero evadido. Estas políticas, en un sentido global, se pueden definir, en términos de la Teoría de Genocidio de Siswo Pramono, como Genocidio en Tercer Grado porque no son matanzas inmediatas, pero generan muertes plazo mediato.

Lo central de este proceso de acumulación es que parte de lo expropiado se reinvierte en las industrias armamentística, de seguridad e inteligencia y luego son aplicadas contra los propios pueblos explotados y oprimidos. En nuestro país las ganancias del saqueo son reinvertidas en armar y usar a las fuerzas represivas como fuerzas ocupantes con la hipótesis de conflicto del “enemigo interno”. Se reprime las protestas generadas por el deterioro en las condiciones de vida de la propia población, se enviar “ayuda” al gobierno fascista de Ucrania, dos helicópteros. Milei realizar viaja a reuniones libertarias, para recibir premios exóticos y a Israel a abrazarse con el criminal Netanyahu, y expresar su apoyo político al genocidio del pueblo palestino.

Al mismo tiempo, los organismos de crédito imperialista (FMI, Club de París) o fondos buitres como Black Rock, con el dinero que obtienen de los saqueos a nuestros pueblos financian aventuras imperialistas y fascistas. Por ejemplo, las “revoluciones” de la “Primavera Árabe”, las acciones golpistas exitosas, contra Zelaya, Lugo, Evo Morales, Dilma, Pedro Castillo o sin éxito, Cristina, Maduro, Ortega.

Así como en sus orígenes el capitalismo financiaba sus guerras y conquistas, con las riquezas extraídas de nuestros suelos, sometía a los habitantes originarios y esclavizaba a los habitantes de África, hoy se financia mediante el saqueo de nuestras riquezas con gerentes y capataces que gobiernan defendiendo sus intereses, cual virtuales virreyes, por encima de la seguridad, la felicidad y las vidas de nuestros pueblos, hoy más que ayer se impone la vieja consigna levantada por Rosa Luxemburgo: “Socialismo o Barbarie”.


[1] El porcentaje de la población mundial que vive por debajo del umbral de la pobreza establecido por el Banco Mundial en 6,85$ al día es del 44 %. Mientras tanto, en una perversa simetría, el 1 % más rico de la población mundial posee prácticamente este mismo porcentaje de riqueza: un 45 % del total. Del informe de OXFAM (2025): El Saqueo Continúa. Pobreza y Desigualdad Extrema, la Herencia del Colonialismo. Oxford: Oxfam Internacional; enero de 2025, Pág. 21. Disponible en Internet en el sitio de Oxfam: https://cdn2.hubspot.net/hubfs/426027/Oxfam-Website/oi-informes/informe-davos-2025-saqueo- continua-desigualdad-extrema.pdf (Consultado el 13/6/2025)

[2] https://oec.world/es/profile/bilateral-product/weapons/reporter/isr (Consultado el 13/9/2025)

[3] Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante, o sea, las ideas de su dominación. MARX, Karl y ENGELS, Friedrich: La Ideología Alemana

[4] Entendido en el sentido gramsciano como la reproducción acrítica de “lo pensado por otro”.

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